Auspicioso estreno mundial de la ópera del compositor valenciano Vicente Martín y Soler, por el ascendente grupo Lírica Lado B
Por Juan Carlos Montero | LA NACION
Autor: Vicente Soler y Martin / Dirección musical: Camilo Santostefano / Dirección escénica: Diego E. Rodriguez / Intérpretes: Orquesta y solistas del grupo Lírica Lado B / Sala: Manzana de las Luces
Nuestra opinión: muy bueno
Resulta un hecho digno del mayor elogio el recordar a un genio de la magnitud del compositor valenciano Vicente Martín y Soler (1754-1805), autor de óperas y ballets, quien por su natural y llamativo talento fuera apodado el Mozart valenciano; de hecho el salzburgués lo citó en su Don Giovanni durante la famosa escena del banquete y por intermedio del avispado Leporello.
Pero mucho más honroso es que un conjunto numeroso de jóvenes -más de ochenta-, sin subvención alguna, tuvieran la férrea voluntad de crear un emprendimiento, bautizado con el significativo nombre de Lírica Lado B, con la finalidad de intentar canalizar su vocación por la música y el teatro musical, aún a riesgo de privaciones y trabajos sacrificados en el andar cotidiano de su vida. Así nació la idea en 2008.
En 2009 se logró armar la compañía, se juntaron algunos elementos indispensables y empezaron con Don Quijote en las bodas de Camacho , de Telemann; en 2010 siguieron con L'isola disabitata de Metastasio y Haydn, y en 2011 se animaron a duplicar esfuerzos: en junio y julio, con L'arbore di Diana de Martín y Soler y Lorenzo Da Ponte; y ahora con La Festa del Villaggio , del mismo Martín y Soler (aún hay dudas entre los estudiosos sobre si hubo colaboración de Ferdinando Moretti). Y esta tarea reúne a dos elencos completos que se alternan cada día.
Lógicamente, toda esa programación está sustentada en los pilares básicos del mundo de la ópera, esto es una orquesta de cuerdas e instrumentos a soplo, un pequeño conjunto coral, algún bailarín, coreógrafo conocedor y un equipo de diestros en diseños, iluminación y montaje, sin cuyo aporte no se hace realidad la esencia misma de la ópera como género, incluyendo recursos visuales provenientes del cine, la fotografía y el teatro, además de mucha imaginación.
Jóvenes talentos
Son cabezas visibles del proyecto Camilo Santostéfano como director musical, Diego Rodríguez como rector de escena, la actriz Andrea Bouhier que integra el grupo fundador, el muy buen cantante que es Alejandro Spies, el coreógrafo Germán Ivancic, la cantante Julia Frosi y la fotógrafa Marita Machetta a los que se suman un grupo de jóvenes con vocación de ganarse la vida con sacrificio pero con felicidad.
Y lo que se vio y escuchó resultó pergeñar una experiencia reconfortante, porque Buenos Aires y ese puñado de jóvenes en sus diferentes responsabilidades, se encontraban gestando un hecho artístico, pero además materializando un hecho de justicia para con un músico al que no se le ha dado, sino hasta hace poco, el lugar merecido
El grupo actuó con aplomo, tanto en la faz actoral como en las partes en recitativo y cantadas, y toda la juvenil compañía -con una muestra de manifiesto empeño y disciplina- desgranó con muy buen nivel, todas las dificultades de una partitura rica en ideas y bien orquestada. Estos méritos provocaron un lógico y cálido aplauso que luego, tanto en el único intervalo como en el final, derivó en una atmósfera de familiar camaradería.
6/11/2011
http://www.lanacion.com.ar/1420779-la-festa-del-villaggio