Princesa peronista



Funciones Octubre-Noviembre 2015
VIERNES 21 hs.
Margen del Mundo
Concepción Arenal 4865. Chacarita

Ficha:
Actúan: Victoria Raposo, Osvaldo Malizia y Ricardo Mansilla
Diseño sonoro: Federico Buscarons
Producción artística: German Ivancic
Dirección: Diego E. Rodríguez

Sinopsis

En el baño del sótano de una Unidad Básica de Bustamante, encerraron a Victoria la amante de Martinoti, compañero peronista.
Está golpeada, no quieren que aparezca en la cena que organizó el partido para dar a conocer los nombres de los candidatos a diputados nacionales.
La vigila Tití, el custodio de Martinoti, hoy diputado provincial. Victoria luchará por un lugar en la mesa.

Antecedente

La obra de Marcelo Pitrola obtuvo el primer premio en el IV Concurso Germán Rozenmacher de Nueva Dramaturgia, (2005) con un jurado integrado por Mauricio Kartun, Jorge Dubatti y Daniel Veronese y organizado por el V Festival Internacional de Buenos Aires y por el Centro Cultural Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires. También obtuvo una mención especial en el concurso nacional de obras de teatro (2005), con un jurado integrado por Griselda Gambaro, Alejandro Finzi y Patricia Zangaro y organizado por el Instituto Nacional de Teatro. La primera puesta en escena se realizó en el Teatro del Pueblo (2006), con dirección de Diego Ernesto Rodríguez. Silvia Hilario, actriz que compuso el personaje de Victoria, fue ternada como mejor labor protagónica en los premios Florencio Sánchez.

Por qué esta princesa es peronista (Por Marcelo Pitrola, el autor)

No son pocos los historiadores que sostienen que la historia contemporánea argentina comienza con el peronismo. Tulio Halperín Donghi titula un texto sobre los últimos treinta años del siglo pasado La larga agonía de la Argentina peronista. Esa Argentina es la que se gestó en los primeros gobiernos de Perón. Puedo decir que el contraste entre el peronismo contemporáneo y aquel de los orígenes está en el germen de escritura de Princesa peronista. Desde mi adolescencia, cuando participaba en el centro de estudiantes de mi colegio, la mitología peronista -sus estandartes, su retórica, sus relatos- me ha provocado cierta fascinación. Esta obra habla sobre esa mitología, sobre ese pasado que perdura como un eco lejano, pero constante.

Mientras escribía la obra, fui a escuchar una conferencia de la historiadora Mirta Zaida Lobato a la Sociedad Científica Argentina sobre las reinas de los trabajadores durante el período 1948-1955, es decir, durante los dos primeros gobiernos de Perón. La exhaustiva investigación de Lobato me brindó algunos de los elementos necesarios para construir la mitología personal de Victoria. Estas reinas eran elegidas entre representantes de los sindicatos o de actividades productivas todos los primeros de mayo y mantenían su reinado durante un año. La reina y las princesas viajaban al interior del país, formaban parte del aparato publicitario y del impulso estatal de los derechos y el bienestar de los obreros. En la obra, la madre de Victoria fue una de estas reinas. De esta manera, por su historia familiar, Victoria pertenece a un linaje peronista, es literalmente una princesa peronista, pero su presente la encuentra desquiciada, ofreciendo su cuerpo como valor de cambio a un dirigente en ascenso.

Gracias a la permanente recomendación del maestro Mauricio Kartun, en cuyo taller se gestó, la obra siguió circulando y siendo leída, ya pasada su primera puesta en escena. Esta reposición, con la renovada y perseverante dirección de Diego E. Rodríguez, tiene para mí un efecto menardiano. Como en el proyecto literario de Pierre Menard, se trata palabra por palabra del mismo texto, pero ni el peronismo, ni el director, ni los actores, ni los espectadores serán los mismos, así que, de manera inevitable, la obra será otra y traerá nuevos sentidos.